martes, 11 de marzo de 2014

Las verdades sobre el 11M

"Los cínicos no sirven para este oficio". Ryszard Kapuscinski

Podría escribir sobre las vivencias que he tenido últimamente; algunas de ellas me han marcado tanto que creo que merecen mención en una entrada más adelante. Alegrías y decepciones aparte, hoy es 11 de marzo. 

(Hago un paréntesis para felicitar a mi amiga Elvira, que hace meses metió ovarios y coraje en su maleta, destino Inglaterra, pero no a buscarse la vida, sino con un buen trabajo y mejor dominio del idioma incorporados. Es una de estas personas de las que no te esperas cosas de éstas, sorprendiéndote gratamente. Tu cumpleaños me recuerda que los 11 de marzo también pueden pasar cosas bonitas.)

Hace 10 años y un día estaba en el último curso de bachillerato. Recuerdo que un día, el chico que se sentaba a mi lado se puso a hablar con las dos compañeras que teníamos delante... o quizá fue con los de atrás, sobre política. Mejor dicho, sobre nombres de políticos. Y, como suele pasarme en este tipo de ocasiones (flaqueza que no debería revelar, para no acabar quedándome en sujetador y bragas ante el/la que lea estas líneas) me puse nerviosa y empecé a preguntar más de la cuenta, dando la impresión de que no tenía ni pajolera idea de lo que estábamos debatiendo. Así que me pusieron, no recuerdo si desde mi propia conciencia, la tarea de escuchar la televisión y radio por las mañanas y leer algún periódico, por lo menos, por las tardes.

La mañana siguiente desayuné noticias. Atentado. Trenes. Madrid. ETA. Y suspenso en Matemáticas con el Nazi. La jefa de estudios nos mandó a casa y ese día fue ¿el mejor? para cumplir la tarea que me había(n) puesto el día anterior. No dejé de ver noticias como éstas durante todo el día:


Podría decir que todas estas mentiras de unos y demagogia de otros son las que me hicieron estudiar Periodismo meses después. Esta conclusión a modo aprendizaje extraído finiquitaría el post como la mejor guinda del pastel. Pero no, porque sería una mentira como una catedral; nunca fui de tener las cosas tan claras y de mente tan cuadriculada. Por aquel entonces quería escribir guiones y hacer películas. El Periodismo vino después... mucho después incluso de haber empezado a estudiar la carrera. 

El Periodismo vino con las primeras prácticas en una radio local, las segundas en un periódico universitario y las penúltimas en la TV más importante del país. Cuando una de las empleadas ya fijas me dijo que titulase una noticia con "la pandemia de la gripe A", ante la mirada atónita de todos los becarios. O con las últimas, cuando me dijeron que formulase una complicada pregunta a un objeto de noticia, que terminaría contestando con un simple "sí", para que mi jefa dijese victoriosa: "ahora titula como si este fulano hubiese dicho lo que tu le has preguntado"...

Periodismo. Noticias. Información... 10 años después.