lunes, 21 de marzo de 2016

Cavilaciones de un lunes por la mañana

"Si miras lejos, no ves el paso inmediato y tropiezas. Hay que ir despacio, que no lento..." C.S.

No era extraño que el miedo se apoderase de ellos. Contrariamente a lo que suele pensarse, no es un sentimiento muy humano, más bien es una característica animal. Igual que lo es dejar que te coma, con patatas fritas bañadas en ketchup... o tener la capacidad de superarlo.

Constantemente a las puertas, sin percatarse del camino. Constantemente andando sin darte cuenta de los pasos. Hace poco leí que "andando se llega a China", aunque ahora te parezca un reto imposible. ¿Por qué no a todo el mundo le gusta la montaña? Sin ese primer paso no hay cima. 

Arriba o abajo. Caer o conseguirlo. ¿Qué hay de la mitad? ¿Qué pasa con lo que hay entre ese arriba y abajo? ¿Entre caer y conseguirlo? Ese proceso sí que es humano, porque ahí arriba o abajo no estamos todos. Todos no caemos, pero todos no lo conseguimos. Sin embargo, todos estamos entre medias. Pero alguien nos enseñó desde bien pequeños a distinguir entre los extremos, a tenerlos bien diferenciaditos y hartamente presentes...sin percatarnos del camino, olvidándonos de Ítaca. Y de que la vida es precisamente eso: un proceso.

Fracasar no es dar un paso atrás. Fracasar es quizá dar un paso a un lado, o al otro... hacia otra dirección. Andamos, los años que guardamos en la mochila nos lo recuerdan. Ni el trabajo más exitoso, ni el rechazo que más duela significan un fin, un "lo he conseguido", un "no he podido...". Porque, ¿quién quiere llegar a China? Todos, aunque te mientan, absolutamente todos... solo que andando, igual se quedan en los Alpes, contemplando la belleza de lo que les rodea. Igual, nunca empiezan a andar, porque cada paso es menos interesante que lo que contemplas sentado desde ese banco de tu ciudad. ¿Quién nos metió en la cabeza que Argentina está en el hemisferio sur o que California está en la Costa Oeste de los Estados Unidos? ¿Al oeste de que parte de nuestro espacio infinito?

En fin... cavilaciones de un lunes por la mañana para que no se me olvide escribir.