viernes, 27 de mayo de 2011

El banco del cementerio de Greyfiars

"(...) las nueve musas eran las nueve hijas de Zeus y Mnemósine, (...), Clío era la musa de la Historia. Su nombre significa en griego "doy celebridad". Se representaba sentada o de pie, con una corona de laurel, y generalmente con un pergamino". Mitología griega.

 Si el banco del cementerio de Greyfiars, situado en el distrito céntrico de la ciudad de Edimburgo, tuviese una profesión, sin lugar a dudas, ésta sería la de historiador. 

 Todos los días, miles de turistas sientan sus doloridos traseros en él, tras recorrerse a pie la ciudad de medio millón de habitantes, mientras dejan descansar, también, el botón del disparador de su cámara de fotos. Da igual el tamaño del grupo viajero, ya pueden estar rodeados únicamente de su familia, que de un numeroso grupo de personas de características similares entre sí, todas ellas presididas por un guía, que suele hacer su parada en la tumba más famosa de todo el cementerio... la del perro Bobby.

 Eso suele ser a mediodía, mientras que los operarios de las obras de calle George VI Bridge ya hace algunas horas que se sentaron sobre sus maderas, concretamente a desayunar, estando de este modo, el banco siempre acompañado en las degustaciones propias de todo día a día. Son siempre dos, canosos, regordetes, vestidos con chaleco amarillo fluorescente, con bocata en mano y cafe con leche. Se tiran ahí media hora, mientras miran divertidos a cada turista que se adentra en la aventura del camposanto de Greyfiars.

 Pero sin duda, la mejor hora del día es el anochecer, cuando los cuatro borrachos de siempre se sientan a cantar, brindar y asustar desintencionadamente a todo aquel que pretende acceder al cementerio. 

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