lunes, 16 de noviembre de 2015

París: la cruda realidad

"El tiempo que perdiste por tu rosa, hace que tu rosa sea importante" El Principito. Antoine De Saint -Exupéry


Y el tiempo que se le dedica a París, hace a París importante. No a la ciudad en sí, o quizá sí, porque París siempre fue especial, siempre quedará. Donde el amor se geolocaliza, compartiendo su ubicación; y, donde se dice que nació la Edad Contemporánea a golpe de "Libertad, Igualdad y Fraternidad".

París se merece hoy (y ayer) un crespón negro en la página de busqueda de Google; redes sociales teñidas de blanco, de rojo y de azul; se merece seguir presente en los primeros titulares de cada medio de comunicación digital y en cada portada de periódico de papel(al menos, españoles), dos días después.

París se merece quejas personalizadas por este mundo injusto, al demostrar que no somos iguales. Que los franceses son ciudadanos de primera, pero que entre todos esos ciudadanos de primera no está el conjunto de la población francesa.

Y, humana y previsible que soy, se merece una nueva entrada en mi blog, meses después de aquel frío post de enero.

París hoy es la mayor representación de un mundo, (sí, injusto, ¿ya quedó claro?), globalizado. 

Armas estadounidenses en Siria. Ciudadanos sirios en Europa. Soluciones europeas para un grupo organizado cuyo elemento más característico es una religión común. Un grupo organizado que se financia gracias a petróleo que vende a Occidente. Una zona del mundo que se escandaliza con la masacre francesa. Una masacre francesa que hace reaccionar a multitud de personas, reclamando un también tratamiento de "escandalizadoras" a masacres en otras partes del mundo. Otras partes del mundo a las que les llega, de primera mano, información sobre estos atentados también de primer orden. Un primer orden que se dibuja ¿cada vez? más claro. 

Y unos franceses que no tienen la culpa, pero que así la están sufriendo. Como sirios, eritreos, nigerianos... y demás personas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario